La Gestión Forestal Sostenible (GFS) se define como la Administración y uso de los bosques de manera y en tal medida que mantengan su biodiversidad, productividad, capacidad de regeneración, vitalidad y su potencial de cumplir, ahora y en el futuro, funciones ecológicas, económicas y sociales relevantes, a escala local, nacional y global, sin causar daño a otros ecosistemas (Conferencia Ministerial de Helsinki, 1993).

La GFS denota un paso más en la gestión tradicional de las masas forestales, en la que fundamentalmente se tenían en consideración criterios exclusivamente económicos y de productividad. La GFS conlleva la consideración, además, de criterios ambientales y sociales, tanto desde el punto de vista de la planificación y prevención como desde el punto de vista del control y la adecuada gestión.

Beneficios internos para su organización:
Mejor aprovechamiento de los recursos.
Optimización de la gestión de los residuos forestales.
Reducción de costes.
Aumento del valor añadido de los productos forestales.
Control del gasto.
Reducción de posibles infracciones.

Beneficios ante sus clientes:
Satisfacer la demanda de productos forestales certificados, cada vez más conocidos y solicitados en el mercado.
Aumentar la competitividad de la madera en el sector forestal.
Distinguirse de la competencia y reforzar la imagen ante clientes y consumidores.

De acuerdo con la Ley de Montes los montes deben ser gestionados de acuerdo con las directrices básicas de ordenación y aprovechamiento de montes, directrices que deben ser aprobadas por el Gobierno de la nación.

La adaptación de los Criterios e Indicadores de sostenibilidad a los montes españoles.
El contenido mínimo de las Instrucciones de Ordenación y Montes, cuya aprobación corresponde a las Comunidades Autónomas.

Por lo tanto cualquier instrumento de gestión debe adaptarse tanto a las directrices generales, como a las instrucciones de ordenación vigentes en la comunidad autónoma donde radique el monte.

Los montes públicos y privados deberán contar con un proyecto de ordenación, plan dasocrático o instrumento de gestión equivalente siempre que superen una superficie mínima establecida por la comunidad autónoma.

Los Proyectos de Ordenación y Planes Dasocráticos son herramientas para la gestión de montes. Sin embargo existen otras que permiten la gestión de espacios más amplios que los montes individuales:

PORF: Planes de Ordenación de los Recursos Forestales
PORN: Planes de Ordenación de los Recursos Naturales
PRUG: Planes Rectores de Uso y Gestión

El sector primario como potencial proveedor de biomasa.

Un aspecto importante desde el punto de vista energético en el sector primario es el aprovechamiieto de los recursos forestales y agricolas para usos energeticos. Existe una cantidad derecursos que pueden ser aprovechados anergéticamente y que generan ya oportunidades para el sector primario. Por otro lado, aunque no se contemplan, en principio, los cultivos energéticos específicos como fuente de energía, en determinados momentos en los que se den caídas de otros mercados se pueden derivar los productos, en especial los forestales, ponéndolos en valor a través de su utilización energética.

Aprovechamiento de Biomasa Forestal:

LA ENERGÍA DE LA BIOMASA NO CONTRIBUYE AL CAMBIO CLIMÁTICO. BALANCE NEUTRO DE C02 (*)
NO PROVOCA EL FENÓMENO DE LLUVIA ÁCIDA.
REDUCCIÓN DEL RIESGO DE INCENDIOS.
MEJORA DEL ESTADO DE LA MASA FORESTAL Y CONTROL DE PLAGAS.
REDUCCIÓN DE LOS PELIGROS DE ESCAPES.
DIVERSIFICACIÓN ENERGÉTICA Y USO DE LOS RECURSOS REGIONALES.
DISMINUCIÓN DE LA DEPENDENCIA ENERGÉTICA.
AHORRO ECONÓMICO.
LA BIOMASA COMO RECURSO DE INTERES SOCIAL, CONTRIBUYE AL DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE Y A LA FIJACIÓN DE LA POBLACIÓN RURAL.
LA BIOMASA EN UNA DE LAS ENERGÍAS RENOVABLES CON MAYOR CAPACIDAD DE CREACIÓN DE PUESTOS DE TRABAJO

Un Aprovechamiento Micológico Sostenible es aquél en el cual existe un equilibrio
entre la recolección de setas y la producción de setas del bosque, sin deterioro del
ecosistema ni de los modos de vida de la población local.

Para conseguir este objetivo es fundamental que el Parque Micológico, a través de un
SISTEMA DE PERMISOS y una NORMATIVA consiga:

a) Evitar la masificación y la sobreexplotación en la recogida.(SOSTENIBILIDAD
ECOLOGICA Y SOCIAL) Ya que existe un control mediante la gestión de permisos. La
capacidad de acogida de un bosque se estima en 0,2 personas/hectárea. Y por
ello es clave no superar esta capacidad para asegurar la sostenibilidad ambiental
en la recolección.(Ayuntamiento de Ultzama, 2014)

b) Generar ingresos directos mediante la venta de permisos. (SOSTENIBILIDAD
ECONOMICA) Estos ingresos posibilitan el mantenimiento de una gestión mínima y
una autofinanciación de las regulaciones. .(Ayuntamiento de Ultzama, 2014)

c) Valorizar el recurso micológico a través del turismo sostenible y de la venta de
productos/servicios (GENERA RIQUEZA ECONOMICA). Es decir utilizar el recurso
micológico como fuente de empleo en el contexto del desarrollo rural sostenible

Pretende ser una herramienta que resume para los gestores, empresas,
operarios y demás actores del sector resinero los aspectos medioambientales más
relevantes a tener en cuenta en la actividad resinera y de su gestión compatible
con los demás usos y funciones múltiples del pinar.

Después de casi dos décadas con un nivel de extracción testimonial y la desaparición del aprovechamiento en la mayor parte de nuestros pinares, la coyuntura de precios y demanda del mercado internacional están dando otra oportunidad a la extracción de resina, que se ha revitalizado llamativamente desde 2010.

Los mismos factores que han posibilitado el resurgir del aprovechamiento resinero son sus principales oportunidades (disponibilidad de mano de obra, alza de precios y problemas de abastecimiento en el mercado internacional) pero a ellas se unen otras nuevas como las posibilidades de mecanización, el desarrollo de la biomasa, la vinculación del aprovechamiento con políticas relevantes en el ámbito europeo (desarrollo rural, prevención de incendios…) o el previsible incremento en la demanda de resinas naturales por sensibilidad ambiental e incremento en el precio de los derivados del petróleo.

Las diferentes legislaciones autonómicas y su fuente la Ley del Patrimonio Natural y de la B.iodiversidad establecen la necesidad de garantizar la conservación y el fomento de las especies cuya caza esté autorizada. Los Planes Técnicos de Caza son el instrumento utilizado para conseguir este fin. Establecen el marco técnico en el cual se compatibiliza el ejercicio de la caza con el respeto del medio ambiente.

Aspectos como las capturas en vivo, las repoblaciones, las mejoras del medio natural y de las infraestructuras son tenidos en cuenta en todos sus detalles para asegurar la calidad de los planes. De igual manera las variables económicas ocupan un lugar preponderante a la hora de elaborarlos, debido a que la exigencia de rentabilidad es un criterio decisivo para las explotaciones.

La implantación de los planes asegura de una forma continuada y a largo plazo la viabilidad de los cotos de caza, su riqueza faunística, su sostenibilidad; y favorece tanto su viabilidad económica como su integración en el medio ambiente.

Dentro de las medidas contempladas por el Ministerio de Agricultura está la sustitución de tierras agrícolas y ganaderas por futuros espacios de aprovechamiento forestal. Para realizar este cambio de uso del suelo en muchos casos es necesario presentar un Proyecto de Forestación. La sustitución de unos usos por otros viene condicionada por requerimientos legales, medio ambientales y económicos.

La realización a priori de un estudio económico que valore ambas situaciones permite establecer, bajo criterios técnicos y sostenibles, la mejor opción económica para el agricultor o ganadero antes de tomar una decisión. Aspectos como el acceso a subvenciones, la elección de especies, la normativa medioambiental implicada o la presencia de áreas naturales protegidas hacen que sea, en muchos casos, una decisión compleja.

A la hora de realizar un Proyecto de Forestación se tiene en cuenta todos estos aspectos y le ofrecemos una visión que engloba todos ellos de una manera integradora, dando especial relevancia a los económicos.

Los sistemas silvopastorales, o silvopastoreo, son una práctica agroforestal que combina árboles con praderas y ganado en un mismo sitio, con el objetivo de obtener productos forestales madereros y no madereros (como madera, leña, carbón, frutos,
miel, hongos y otros), productos derivados del ganado (carne, lana, leche y otros), y forraje de la pradera.

La finalidad del sistema silvopastoral, es lograr la interacciónapropiada de los componentes árbol-pradera-animal, para de estaforma conseguir mejores resultados productivos y ambientales que tomando cada componente por separado.

En general, con un buen manejo y con los cuidados necesarios, con estos sistemas se pueden obtener productos maderables de alta calidad a largo plazo, mientras se obtiene un ingreso a corto plazo derivado de la ganadería y otros productos no maderables como frutos, hongos, miel y otros.

Planificación, gestión, evaluación, supervisión y seguimiento de las actuaciones llevadas a cabo en cada una de las fincas que dirigimos, en el ámbito forestal, ganadero, agrícola y cinegético. El objetivo principal es obtener la viabilidad técnica, económica y ecológica de la explotación, basada en la optimización de sus recursos de una manera sostenible.

Asesoramiento a propietarios de fincas rústicas para la definición de estrategias y planificación de los trabajos.
Elaboración de informes, memorias y proyectos, necesarios para la correcta gestión de la explotación.
Tramitación de subvenciones para fincas rústicas
Solicitud de permisos para trabajos forestales, acciones cinegéticas y otras actividades a desarrollar.
Representación y defensa de los intereses de la finca ante la Administración pública y terceros.
Dirección y supervisión de la gestión cinegética, con organización de las acciones de caza y comercialización (si procede) en contacto con empresas especializadas del sector.
Dirección y supervisión de todos los trabajos agrícolas, forestales, ganaderos y cinegéticos que se lleven a cabo en la explotación.
Dirección y supervisión de los trabajos de conservación y mejora de la infraestructura de la finca.
Labores de formación y control de personal de la finca (asignación de tareas y objetivos, supervisión de trabajos, contratación, despidos, etc.).
Supervisión y control de proveedores y clientes. Control de compras y ventas de la explotación, así como de posibles servicios externos.